Por otra parte, la Associació de Begudes Refrescants asegura que el paro en el transporte condiciona la futura producción
La subida de los costes energéticos pone en serio aprieto a las empresas dedicadas al catering con cocina central. Así lo ha comunicado a PIMEM su sectorial quien ha asegura que se prevén fuertes pérdidas a finales de año a pesar de haber recuperado la actividad tras dos años de pandemia y donde el sector vivió un auténtico parón empresarial. Y es que las cifras de bodas se han ido recuperando a buen ritmo tras la pandemia y el sector habla de unos incrementos de actividad entorno al 40% después de la crisis vivida.
Pero estos buenos datos se ven alterados por las fuertes subidas de la electricidad afectando de manera directa a los empresarios del catering. Para Saúl Martos miembro de la directiva de la asociación “las cocinas industriales que maneja el sector son muy potentes y a esto hay que añadirle las congeladoras. En definitiva, pagamos más por el consumo eléctrico que por el alquiler o los plazos de pago en la compra de una nave. Es insostenible”. La asociación de PIMEM asegura que “los empresarios no repercutirán los costes a los clientes, asumirán el riesgo ya que tras dos años de haber cancelado eventos como las bodas ahora se trata de cumplir con los precios dados y a finales de año ya se verá que empresarios podrán aguantar el golpe y cuáles no”. “Es una situación francamente muy difícil” asegura Saúl Martos.
Por su parte la Associació de Begudes Refrescants de PIMEM, también ha expresado su inquietud ante la incertidumbre que se da para adquirir materia prima. Leonor Fuster, su presidenta, ha destacado que a la incertidumbre de las materias primas ahora se le suma los efectos de la parada del transporte. “En nuestro caso particular tenemos un contenedor parado en el puerto de Barcelona y, aunque tenemos stock y producto elaborado, no sabemos con certeza cuándo podremos seguir la fabricación”.