Un 20% de los niños de Baleares sufre dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel.
Se produce por anomalías en los componentes de las capas externas de la piel que actúan como una barrera.
La Escuela de Atopía de Son Espases enseña a los niños y niñas a tratar su dermatitis atópica en colaboración con la Sonrisa Médica, que hace más divertidos los talleres, se explica que la enfermedad no es contagiosa y que es posible espaciar y reducir los brotes utilizando el tratamiento farmacológico recomendado por el médico y tomando una serie de precauciones como mantener la piel hidratada y evitar temperaturas extremas y el abrigo excesivo. Se explica también que las duchas deben ser breves y con agua tibia y que el secado con la toalla debe ser suave y sobre todo evitar el rascado de la piel.
En la dermatitis atópica se origina una disminución de la función de defensa de la piel y aparece sequedad, picor e inflamación. En general, la enfermedad se manifiesta a brotes, es decir, hay periodos agudos de la enfermedad y periodos de remisión. Tiende a mejorar o incluso a desaparecer con la edad, pero es importante realizar una serie de cuidados diarios con el fin de que el número de brotes sean los menos posibles y para intentar controlar la enfermedad. La base del tratamiento es la hidratación junto a una serie de cuidados generales. A menudo, durante el brote agudo, se requiere tratamiento farmacológico.
[colored_box color=»blue»]Los consejos básicos:
- Seguir el tratamiento farmacológico recomendado por el médico.
- Mantener la piel hidratada.
- Evitar temperaturas extremas y el abrigo excesivo.
- Las duchas deben ser breves y con agua tibia.
- El secado con la toalla debe ser suave y sobre todo se debe evitar el rascado de la piel. [/colored_box]