De media se pierde un 27% del agua consumida, de hecho se pierde el mismo porcentaje que fabrican las desaladoras de la isla
La Comisión del Impulso del Turismo Sostenible aprobó ayer las líneas maestras del plan anual de proyectos que deben financiarse con el dinero recaudado durante el presente año con la ecotasa.
Con el apoyo de la mayoría de fuerzas políticas a los proyectos que se ejecutarán con los ingresos del impuesto turístico balear, y que serán aprobados este viernes en el Consell de Govern, está la decisión de no hacer nuevas infraestructuras hidráulicas, como desaladoras, sino que se ha decidido invertir en la optimización de los recursos ya existentes.
Con la decisión de destinar parte de la ecotasa a paliar la pérdida de agua en las redes de abastecimiento de los municipios de Mallorca se espera que las ayudas vayan en aumento. De momento el Consell de Mallorca dispone de 1,5 millones de euros para ayudar a los municipios que soliciten ayudas para reformar la red de distribución de agua.
Las poblaciones de las Islas Baleares consumen un total de 130.285.635 metros cúbicos de agua al año. De estos, 100.081.835 corresponden a Mallorca, 17.692.064 a Eivissa, 11.932.493 a Menorca y 579.243 a Formentera, según los últimos datos disponibles que aportaron los ayuntamientos a la Dirección General de Recursos Hídricos en el 2013.
Pero lo dramático del asunto no es el excesivo consumo sino las pérdidas de agua debido a las fugas en las redes que abastecen a los hogares de Mallorca. De media se pierde un 27% del agua consumida, de hecho se pierde el mismo porcentaje que fabrican las desaladoras de la isla. Así, mientras que la capacidad de producción de agua desalada del archipiélago es de 46 hectómetros cúbicos (en Mallorca la capacidad de producción es de 30 hectómetros cúbicos), la red desperdicia 26.
Por municipios Marratxí con una pérdida por fugas del 40% del agua que distribuyen las redes (la media es un 27%) ocupa la novena posición de una lista de 59 municipios. Selva es la que más pierde, nada más y nada menos que el 62% del agua que consume, tiene una red de abastecimiento que es un verdadero ‘colador’ (nunca mejor dicho). Calvià y Escorca, con un 10% y Búger con un 3% son los tres municipios que menos agua pierden en el proceso de distribución.
La valoración de las fugas de agua se efectúa midiendo la diferencia entre la cantidad de agua que entra en la red de distribución y lo que finalmente factura la empresa responsable del abastecimiento.