Algunas sectoriales de PIMEM han expresado su disconformidad con las formas del Govern a la hora de presentar la nueva Ley Turística. Todas coinciden en que se debe leer la letra pequeña de esta ley para saber hasta qué punto aspectos como la circularidad, la sostenibilidad o, el ambicioso plan de cambio de camas en el ámbito laboral, se podrá materializar con las máximas garantías de éxito.
Associació Petits i Mitjans Hotels de Mallorca. Su presidente, Juan Manuel Ordinas, asegura que sólo puede opinar sobre lo que va conociendo de la prensa, “cosa que nos parece pobre y poco ético, aunque todo el mundo es libre de hacer las cosas como quiera”. Ordinas ha lamentado no haber llegado a un mayor consenso entre todos los sectores, así como no haber sido citado como presidente de la asociación para poder aportar la visión de Petits i Mitjans Hotels de Mallorca. En este sentido el presidente de la asociación de PIMEM asegura que “queda por conocer la letra pequeña de la ley y aspectos tan importantes como de qué tipo de camas hablamos, la financiación o los plazos de adaptación previstos”.
Habtur. La patronal de la vivienda vacacional ha sido crítica con las formas y pendientes del fondo, es decir la letra pequeña. Su gerente Maria Gibert ha asegurado que “no se puede actuar de esta manera con una ley tan importante y en un sector tan estratégico como es el turismo”. Habtur mantiene que “no se pueden hacer declaraciones de intenciones y presentaciones sin conocer el contenido y de lo que van suponer las modificaciones que la ley contempla”. Finalmente, la asociación presidida por Toni Barceló, también ha criticado la excesiva mediatización de un tema tan importante como es el turismo.
Sector primario. Des de Terracor, su gerente, Guillem Adrover, asegura que “la letra suena bien, pero hay que ver qué grado de implicación práctica va a suponer para los hoteleros”. Y es que algunas empresas del sector primario de PIMEM ven con buenos ojos ser y/o aumentar su colaboración como proveedores, pero avisan que no puede ser acosta de la bajada de precios porque entonces hablamos de una relación inviable. Adrover mantiene que “si se da el paso en favor del producto local y la circularidad se debe ser consciente de la calidad que se da, como se contribuye al medioambiente y como se ayuda a mantener puestos de trabajo y eso, lógicamente, conlleva un precio que normalmente es un poco más alto que lo que importamos”. Adrover añade que “será un equilibrio entre lo que propone y exige la nueva ley, la voluntad del hotelero y la capacidad de nuestro sector en poder atender a los empresarios sin recortar márgenes”.
Industria. La asociación de empresas de materiales de construcción Construïm hace una valoración positiva sobre la apuesta por la circularidad en la nueva ley turística, aunque no se hace ninguna referencia a la construcción. Toni Garí, presidente de la asociación, valora que “se hable de reducir las emisiones de CO2 es positivo porque implica trabajar en la eficiencia de los edificios”. Pero la asociación asegura que “de nada sirve por ejemplo hablar de las instalaciones de calderas de gas si el edificio no está bien aislado”. Garí asegura que se deberían hacer unas clasificaciones energéticas elevadas de tipo A o A+ y dar la máxima importancia a los materiales de km0”.