La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, ha visitado hoy diversas olleries y profesionales de la artesanía del barro de Marratxí para conocer la situación y necesidades actuales de estas empresas familiares. Cladera ha estado acompañada en todo momento por el alcalde de Marratxí, Miquel Cabot, el conseller de Promoción Económica y Desarrollo Local, Jaume Alzamora, y la directora insular de Comercio y Artesanía, Marta Llodrà, así como el primer teniente de alcalde Joan Francesc Canyelles, el regidor de Cultura y Patrimonio, Josep Ramis y la segunda teniente de alcalde, Neus Serra.
El recorrido ha empezado en Sa Cabaneta, donde han visitado las siurelleries Madò Bet dels siurells y Can Bernadí Nou, artesanos que conservan la tradición de los siurells hechos a mano. Han visitado también diversas olleries tradicionales, como la de Can Vent, Can Pere Coll y Can Bernadí, en Pòrtol, todas ellas con el documento de calificación artesana (DQA) y la carta artesana, que ahora el Consell de Mallorca ha establecido que tenga una vigencia renovable de 5 años para garantizar la profesionalidad del sector y asegurar el valor del producto artesano de Mallorca.
La presidenta Cladera ha agradecido a todas las familias de artesanas y artesanos de la cerámica “su esfuerzo para hacer posible que siga la tradición a pesar de las dificultades, en un año en que no ha habido ferias ni ventas en el sector turístico” ha apuntado. “Lo importante es resistir, hemos visto que están buscando alternativas a la crisis y desde el Consell tenemos claro que hemos se seguir apoyando a esta tradición tan arraigada y tan importante para la economía de Marratxí, y que tenemos que potenciar, mantener y proteger”, ha dicho.
Cladera ha incidido en que el Consell, mediante ayudas del Departamento de Promoción Económica y Desarrollo Local, apoya a la industria artesana, y ha recordado que este producto artesano se podrá acoger a los beneficios de difusión y promoción que supondrá la creación de la marca Producto de Mallorca.
Por su parte, el alcalde, Miquel Cabot, ha apuntado que se trata de un sector muy familiar que “desde el ayuntamiento queremos preservar esta parte de nuestra cultura y tradición, tenemos un compromiso con ellos también durante la pandemia”.