La Conselleria de Medi Ambient i Territori y el Centro de Cooperación del Mediterráneo de la UICN han convocado una reunión, este lunes, para presentar el borrador de un Plan de Acción para la protección de bermas de Posidonia oceánica y el ecosistema playa-duna del Parque Natural Marítimo-Terrestre Es Trenc-Salobrar de Campos como elementos que fomentan soluciones basadas en la naturaleza.
La reunión ha contado con una veintena de participantes de distintos sectores y del ámbito local para abordar medidas de gestión para conservar la gran riqueza ecológica y paisajística, además de los valores de Parque Natural Marítimo-Terrestre Es Trenc-Salobrar de Campos. Durante el encuentro, se han presentado los resultados de la evaluación llevada a cabo dentro del marco del proyecto InterregMED POSBEMED2 (Gobernanza y gestión de los sistemas playa-duna de Posidonia) sobre el estado actual de las playas y dunas del Parque Natural.
Desde 1956 hasta abril de 2021, la línea de costera de la playa de Es Trenc ha sufrido un importante retroceso, cuantificado con un promedio que alcanza los 13,5 metros. A su vez, la construcción de espigones y barreras que interrumpen la dinámica natural de las dunas ha producido una descompensación y distribución desigual de la erosión. Tal es el caso del puerto deportivo de Sa Ràpita que ha registrado una acumulación de arena de 14,6 metros, en detrimento de otras áreas que han experimentado pérdidas de playa de entre 15 y 26 metros.
Dada la situación actual, se ha evaluado el desarrollo de un plan para la restauración de las dunas y la gestión de los depósitos de bermas y acopios, con el fin de renaturalizar el ecosistema playa-duna y adaptar el sistema a nuevos escenarios de cambio climático. El objetivo de este plan es contribuir a la conservación de los valores del parque, que a su vez influye positivamente en la actividad turística de la zona.
Esta evaluación concluye, además, que la declaración de “Parque Marítimo-Terrestre” en 2017 permitió frenar la retirada masiva de arribazones de Posidonia, que cumplen un papel clave para la resiliencia costera.