Las asociaciones de Gent Gran de Marratxí han retomado las actividades a partir del mes de septiembre. A mediados de junio empezaron a reabrir los locales asociativos, pero lo hicieron muy despacio y con mucho miedo al coronavirus. A pesar de estar vacunados y cumplir con todos los protocolos: mascarilla, distancia social, ventilación y limpieza frecuente de manso, todas las asociaciones del municipio vieron que la gente era reticente a juntarse y a convivir en espacios cerrados. Los largos meses de pandemia, desde marzo de 2020, habían provocado aislamiento y miedo a contagiarse, especialmente en un colectivo vulnerable como son los mayores de 65 años.
Enla asociación de Gent Gran del Pont de Inca son unos 200 socios. Recientemente han retomado las actividades y los horarios habituales, de lunes a sábado, de cinco a ocho de la tarde. Después de 19 meses, este mes de octubre han recuperado de nuevo las actividades semanales de clases de gimnasia, Chi Kun o el baile en línea. “Están muy contentos con la reapertura porque había muchas ganas de volver a la normalidad y de hacer actividades”, cuenta Antonia Petro, presidenta de la asociación de Gent Gran d’Es Pont d’Inca desde hace dos años.
Antonia no perdió el contacto con los compañeros de la asociación durante la pandemia. Losvisitó desde la calle, especialmente a aquellos que estaban solos. “Me disfracé por las serenatas y fui a cantar a sus ventanas para que se entretuvieran y les enviaba videos para reír y para mantener el contacto”, explica.
Vuelven los viajes
Las asociaciones han recuperado las actividades y también las excursiones y los viajes. El primer fin de semana de octubre un grupo de 40 personas de la asociación d’Es Pont d’Inca fueron dos días a un hotel del Puerto de Alcudia. También han hecho excursiones en barca desde Can Picafort hasta Formentor, además de una visita a conocer la capilla de Montesión. Unas excursiones que demuestran el dinamismo y las ganas de disfrutar de la vida de la gente mayor. Durante la fase más aguda de la pandemia estas ganas habían pasado a un segundo plano, pero ahora vuelven con fuerza para recuperar los momentos de ocio.
Catalina Bis, presidenta de la Asociación de Gent Gran del Pla de na Tesa, confirma que la reapertura de los locales de Gent Gran y la vuelta de los asociados ha sido muy paulatina porque a la gente le costaba juntarse y reunirse de nuevo por miedo a contagiarse.
Desconfianza
“Hemos ido superando este miedo y tenemos algo más de confianza gracias a la vacunación y al bajo nivel de contagios. Esto nos da más seguridad para hacer una excursión y para retomar las actividades como gimnasia, aula de mayores, baile en línea o Chi Kun”, explica Catalina Bis.
EL 9 de octubre realizaron una excursión con más de 50 personas para ir a comer al restaurante Can Tronca, en Sant Joan. “Poquito a poquito ha ido viniendo la gente, se dan cuenta que están todos vacunados y que guardamos las distancias”.
Catalina Bis es presidenta de la asociación del Plan de na Tesa desde hace 14 años años. Además, es secretaria de la Federación de Asociaciones de Gente Gran de Marratxí. Cuenta que en total hay unos 2.300 socios de las asociaciones de Gente Gran de Marratxí pero muchos de ellos todavía no han vuelto a los locales, bien porque están convalecientes o porque todavía no tienen confianza para juntarse. Los que sí han vuelto lo han hecho con vitalidad para recobrar el tiempo perdido y para disfrutar de las actividades socioculturales, de las excursiones y de la buena compañía que el virus impidió durante mucho de meses.