Este domingo Gonzo vuelve a Valencia para mostrar en ‘Salvados’ las consecuencias de la DANA.
Este domingo, en laSexta, a partir de las 21.25 horas, ‘Salvados’ viaja a distintas poblaciones de Valencia para retratar a través de historias personales cómo han vivido los afectados este primer mes después de la catástrofe. Su testimonio muestra la evolución emocional de los vecinos y su descontento con las autoridades por su reacción y gestión de la tragedia.
El año 2024 será recordado como el año de la DANA de Valencia. La virulencia de las inundaciones se ha llevado por delante la vida de más de 200 personas, arrasando pueblos enteros. La vida en las zonas afectadas por la riada no será la misma durante mucho tiempo.
Muchos de los que sobrevivieron lo perdieron todo de la noche a la mañana y vieron desaparecer completamente sus perspectivas de futuro. Después del impacto inicial, los habitantes de los pueblos afectados intentan construir un nuevo presente entre el barro y la desesperanza.
En el resto de España, la DANA también ha tenido consecuencias: las imágenes y testimonios de los primeros días han generado reflexiones y debates sobre los servicios públicos de predicción, alerta y emergencias.
Tras unos primeros días de desconcierto, las poblaciones afectadas intentan recuperar cierta normalidad. Sus habitantes han pasado por varias fases a lo largo del último mes: desde la llegada masiva de voluntarios hasta la sensación actual de tener que afrontar una larga reconstrucción.
UN MES DESPUÉS
‘Salvados’ ha viajado a distintos pueblos de la Horta Sur en varias ocasiones para retratar a través de las historias personales cómo han vivido los afectados este primer mes después de la catástrofe. Gonzo se encuentra con Natxo y Lluís en Paiporta. Compraron su casa allí quince días antes de la DANA. El agua la arrasó. Lluís es arquitecto técnico y se ofreció al ayuntamiento para visitar casas afectadas y valorar su estado.
En Picanya, Gonzo pasea con Andrea junto al barranco de Chiva, que cruza la población. Era maestra en una guardería. Recuerda la fuerza desbocada con la que bajaba el agua por el barranco, una riada que se llevó todos los puentes menos uno. No se cerró la escuela. Ahora ve el barranco como una cicatriz que parte el pueblo.
Luís es el presidente del Ateneo Musical y Mercantil de Paiporta y ha sido durante 35 años presidente de una de las bandas del pueblo. Visita con Gonzo las instalaciones del ateneo, arrasadas por el agua. Ahora han llenado el local de mesas para habilitarlo como comedor y lugar de encuentro “porque va a hacer falta”.
En Alfafar, Gonzo se encuentra con Sonia en el que fue su bar y su casa. En las paredes se puede ver cómo el barro llegó hasta casi el techo del local. Sonia recuerda cómo el agua llegó de golpe y apenas tuvo tiempo de salir del bar con su hijo, y agarrarse a una valla de la calle hasta que unos vecinos los rescataron. Después de limpiar el local, lo convirtió en un punto de recogida donde los vecinos pueden ir a buscar lo que necesiten.
Gonzo habla también con los demás vecinos que se va encontrando por las calles de las distintas poblaciones. Y entre el barro y los escombros todos ellos le repiten dos ideas: el agradecimiento a los voluntarios y el temor a que lo que ha sucedido se olvide.
