La madrugada del jueves llegó al puerto industrial de Alcúdia el último barco con estiércoles de fuera de las Islas Baleares. La nave, procedente de Irlanda, llegó a la isla con las ultimas 3.000 toneladas de residuos.
La consellera de Medi Ambient, Sandra Espeja, ha asegurado que “hoy es un día de celebración, puesto que con la llegada de este último barco se cumple uno de los puntos del pacto de gobernabilidad y una de las principales demandas de los ciudadanos a la institución. Hoy Mallorca deja de ser el estercolero de Europa”.
Al pasado pleno extraordinario de día 12 de noviembre, se aprobó la paralización definitiva de la importación de residuos para ser incinerados a la planta de Son Reus. Una decisión que según ha asegurado la consejera Espeja “no implica tener que pagar ningún tipo de indemnización”.
En total, el Consell de Mallorca ha evitado la entrada de 120.000 toneladas de estiércoles: 20.000 toneladas que estaba previsto que entraras este año y 100.000 toneladas que podrían haber empezado a entrar a partir del año que viene.