A pesar de que la climatología no fue una aliada, los excursionistas de la Associació de Veïnats de La Pua de Pòrtol salieron este domingo a disfrutar de Sa Comuna de Bunyola.
En total salieron 16 personas, que no se dejaron amedrentar por las lluvias débiles que caían sobre la Serra de Tramontana ni por la bajada brusca de temperaturas.
Todos pusieron rumbo a la Comuna de Bunyola, un extenso paraje boscoso de 716 hectáreas, surcado por una extensa red de caminos y senderos.
De la mano de Pere recorrieron los caminos carreteros que surcan umbrías vaguadas, explotados por los carboneros y caleros en otro tiempo, hoy rodeados de una niebla baja fantasmagórica. La ruta fue una delicia para todos los sentidos, en especial para la vista. El verdor de la vegetación se encontraba salpicado por los colores de una naturaleza germinada con frutos silvestres.
En el lugar de ‘Sa bassa Plana’, un pequeño embalse para recoger agua y donde también se halla un gran depósito de agua para la lucha contra los incendios, disfrutaron del almuerzo.
Después, continuaron el itinerario, pasando por el lado de idílica ‘Cisterneta d’en Gil’, apartada unos metros del camino. Continuaron por sendero que discurre por el ‘Comellar de ses Covassa’ para volver al punto de partida, pasando de nuevo por el depósito de agua.
El área recreativa de Caso Garriguer fue el escenario elegido para disfrutar de la comida: longaniza torrada y coques de trempó y verdura gentileza de Francisca y Magdalena. La lluvia volvió a sorprender al grupo, que tuvo que tomarse el café en el interior del refugio de la Comuna.
Fotos de Pere Nigorra y Josep F. Nos