Petri Galmés: “nosotros dábamos más servicio con menos protocolo, el reparto de alimentos no está controlado por los técnicos, que han sido diseminados e infrautilizados, sino por los voluntarios del Casal Solidari».
Canyelles: «hay que distinguir la ayuda que ofrecemos de la caridad y tratar a las personas como personas». «No hay que humillar a quienes están pasando un mal momento sino preocuparse por ellos».
De un mes a otro, de pleno a pleno, se siguen manteniendo vivas las rencillas por el Servicio de Comidas a Domicilio, ahora adjudicado su reparto a Creu Roja.
En el turno de Ruegos y Preguntas, después de que el municipio decidiera, a propuesta de Neus Serra, de Independents, instar al Consell de Mallorca a un reglamento justo para el alquiler vacacional (consensuado con los ayuntamientos y también con la FELIB), la que fuera regidora de Serveis Socials en la legislatura popular, Petri Galmés, manifestó su visión de la actualidad de la regiduría versus el patrón que mantuvo la actual responsable, Aina Amengual, en el pleno anterior.
Galmés negó que los servicios, durante su ejercicio, fueran ‘insuficientes’ ni con las carencias que se expusieron. “No había quejas por el servicio y las trabajadoras nunca fueron perjudicadas, no como ahora, que sí pasa, y muchos de los servicios están desatendidos y otros son denegados. Ahora el servicio de Atención Domiciliaria se imparte de siete y cuarto de la mañana a dos de la tarde, de lunes a viernes, y en casos muy excepcionales los sábados por la mañana. Nosotros teníamos atención contínua los 365 días del año”, expuso.
Dijo también que “nosotros dábamos más servicio con menos protocolo, el reparto de alimentos no está controlado por los técnicos, que han sido diseminados e infrautilizados, sino que lo controlan los voluntarios del Casal Solidari. Los alimentos se reparten sin criterio. Hay que tener en cuenta que los políticos estamos de paso y los técnicos no, son profesionales que permanecen y hay que escucharlos”.
El “nuevo despacho que apenas usa”
La ex responsable del área dijo también que “durante nuestro ejercicio no hubo ningún desahucio, a pesar de la crisis, y ahora sí. Además el nuevo despacho de la regidora, que apenas usa, costó 70.000 euros. Usted acude poco. Están despilfarrando el dinero y desatienden a los ciudadanos”.
También destacó Galmés que los trabajadores del área “me hicieron una despedida muy emotiva como regidora, y nunca se lo habían hecho a nadie, eso es que no lo hicimos tan mal”.
Amengual cede el turno de alusiones al Alcalde
El alcalde, Joan Francesc Canyelles, tomó el turno de respuesta por alusiones a su regidora con evidente disgusto. Aseguró que “siempre son los técnicos quienes toman las decisiones, y hay que distinguir la ayuda que ofrecemos de la caridad y tratar a las personas como personas. No hay que humillar a quienes están pasando un mal momento sino preocuparse por ellos, saber cómo están, estar a su lado y acompañarlos en la dura situación”, en referencia al reparto de alimentos.
Ensalzó el acalde la labor de Creu Roja y también la de todos los implicados en el área de Serveis Socials, defendiendo también el perfil profesional de Aina Amengual, “que es Trabajadora Social y funcionaria de la casa”.
En referencia al ‘despacho’, “fue una reforma integral que habilitó la zona para el acceso a personas con movilidad reducida, se eliminaron las barreras arquitectónicas, se hizo una sala de reuniones para las asociaciones y despachos para preservar la intimidad y l privacidad de quienes buscan ayuda social, los problemas de cada uno no le importan a nadie más, sólo al profesional que atiende la demanda. Y se comunican con la Gent Gran, cosa que usted tuvo que hacer salidas distintas para cada uno porque no se hablaban”, espetó Canyelles.
Para cerrar el debate, aseveró que las declaraciones de Galmés “son acusaciones fuera de tono y muy desmesuradas. Antes el servicio atendía a nueve personas, ahora se atiende a 25. Hemos conseguido una prestación más amplia y más humana”. Y cerró así el debate dando voz a los asistentes, que generó más polémica.
Una información de Blanca Garau
No hi ha més cec que aquell que no vol veure. Aquesta dona,a la coordinació dels Serveis Socials amb les entitats del tercer sector, que es dóna a la majoria de municipis, ho anomena menyspreu i infrautilització dels tècnics.
En un municipi com el nostre que té una infinitat de nuclis, diversificar l’atenció per acostar-se més a l’usuari ho anomena disseminar. I, a més a més, diu mentides en respecte als criteris de repartiment dels aliments, perquè les famílies arriben al Casal derivades i valorades per les tècniques i se’ls reparteixen els aliments segons els criteris que marca el ministeri i amb un gran esforç per part dels voluntaris, que aconsegueixen donar ous, proteïna, producte fresc, bolquers i llet de nadó a totes les famílies que ho necessiten. Quina vergonya!
Coordinació, tercer sector social? No es pot demanar veure la lluna en un cove.