Unanimidad de todos los grupos municipales para sacar adelante la aprobación definitiva de la ordenanza reguladora de las medidas para regular la promoción, venta y consumo de bebidas alcohólicas.
El alcalde, Joan Francesc Canyelles, ha explicado que la nueva norma se ha articulado para adaptarse a la normativa superior y para mejorar todo lo que hace referencia la norma. “No teníamos una norma específica en el municipio que regulase el botellón y las conductas incívicas”, ha apuntado poniendo en valor el trabajo realizado para adaptarse a la realidad específica y localizada y dar un paso adelante trabajando en prevención.
Neus Serra del Pi ha comentado que era “una necesidad” del municipio para regular todo esto ya que “la policía municipal se encontraba desamparada” ante toda esta problemática.
Cabe recordar que el pleno del 29 de mayo realizó la aprobación inicial de la ordenanza y tras la exposición pública, la Comisión del Plan de Drogas, el 18 de septiembre, resolvió las alegaciones incorporándolas al texto inicial.
El texto prohíbe la venta y el consumo de bebidas alcohólicas en centros sanitarios y sociosanitarios y en recintos con carácter deportivo-recreativo, salvo que estén dentro locales especialmente habilitados para ello.
Cuando se trate de infracciones leves cometidas por menores, se prevé la suspensión de la sanción si el infractor acepta someterse a una intervención educativa o terapéutica.
Por ejemplo, la ordenanza tipifica como de gravedad leve el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, que estará penalizada con 200 euros.
Por otra parte, el consumo, despacho o consentimiento del consumo de bebidas alcohólicas cuando no está permitido puede conllevar una sanción entre 751 y 1.500 euros.
El permitir la entrada a menores de edad a recintos en los que no esté permitido puede conllevar hasta 1.500 euros de sanción.