La formación ecosoberanista también pide la libertad de la cooperante española Juana Ruiz
Més per Mallorca, a través de su responsable de relaciones internacionales Neus Truyol, ha condenado «de forma enérgica» el ataque israelí que se está llevando a cabo estos días contra la Franja de Gaza, en Palestina, y, al mismo tiempo «la libertad inmediata de la cooperante española Juana Ruiz, residente en Palestina desde hace 35 años, detenida por Israel desde el 13 de abril acusada de colaborar con organizaciones palestinas». La formación ecosoberanista ha manifestado que haría falta que el Estado Español exija a las Naciones Unidas «sanciones serias y una mediación que pare la situación de apartheid colonial a la que Israel somete a la población palestina desde 1948″ pero que desgraciadamente » tiene pocas esperanzas»
Para la dirigente de Més «las declaraciones de la ministra González Laya condenando la autodefensa palestina son una vergüenza» y se muestra preocupada «por la penetración que determinados lobbies sionistas de derecha tienen dentro del poder político y económico español mientras la inmensa mayoría de la opinión pública de los pueblos del estado valoran clarísimamente que Palestina tiene derecho a un estado soberano en condiciones».
Para Truyol «es delirante, desde una perspectiva del derecho internacional, que un gobierno español progresista ni siquiera haya condenado la destrucción estos días, durante los bombardeos, de la torre Al Jawahara, en Gaza, donde se ubicaba la sede de 13 medios de comunicación, entre ellos la agencia EFE, y que la Federación Internacional de Periodistas ha calificado de ataque a la libertad de información» y ha querido recordar que «los crímenes contra la población civil indefensa y especialmente contra niños, con 119 muertos a día de hoy, merecerían la retirada de relaciones diplomáticas y sanciones que no se están produciendo».
Truyol ha concluido que «lo que está pasando en Palestina no puede desligarse de una crisis global y del aumento del autoritarismo conservador en todo el Mediterráneo y en todo el mundo» y que la solución es «un marco de relaciones internacionales basadas en derechos humanos, perspectiva feminista, autodeterminación de los pueblos y justicia social».
