La musculación estética gana adeptos esta primavera. Se apuesta por cuerpos sanos y una alimentación saludable.
Cada vez se habla menos de dietas y más de alimentación sana, menos de cuerpos perfectos y más de cuerpos saludables. Todos somos más conscientes de la necesidad de llevar una vida activa que nos permita mantener la fuerza y el vigor físico como requisitos del bienestar general, pasando de los antiguos métodos de adelgazamiento basados en el tratamiento de las grasas localizadas, a la moderna forma de tener un cuerpo musculoso y esbelto gracias a una nueva tendencia: la musculación estética.
Gracias a este concepto, el centro estético pasa a convertirse en el nuevo gimnasio, consiguiendo en cortas pero extenuantes sesiones de sólo 25 minutos y en un ámbito discreto e higiénico, los mismos resultados que en 3h de ejercitación física en un gimnasio. La idea, 100% española y única en el mundo, combina las ondas electromagnéticas y neuromusculares, que se centran específicamente en la hiperexcitación de la neurona motora: “Una de sus principales ventajas es que no es necesario ser especialista en deporte para poder llevar a cabo el procedimiento, simplemente se viste al cliente con un avanzado traje electrónico y se le somete a cincuenta y dos mil contracciones en seis grupos musculares a la vez, produciendo un inmediato desarrollo de las fibras y una alteración metabólica que desencadena una pérdida inmediata de grasa” – nos aclara Alexander Pérez, CEO fundador de Wonder Technology.
El cuerpo que deseas, en menos tiempo
Sentadillas, abdominales, subir y bajar escaleras, tablas, disciplina deportiva y nutricional, todos queremos hacerlo pero la falta de tiempo o voluntad nos frena, por lo que la musculación estética es la variante más asequible, segura y cómoda de lograrlo. Y es que la visita al centro estético ya no es únicamente un paso obligatorio para solucionar problemas como el vello indeseado, grasas localizadas, piernas cansadas, etc… también puede ser una opción de ocio como sustituto al ejercicio físico para obtener unos glúteos firmes, un abdomen plano o unas piernas y brazos tonificados, todo ello demostrable a través de mediciones del Indice de Masa Corporal, dónde se aprecia la disminución de grasa y el aumento de la musculatura en prácticamente el 100% de los casos.