Las Islas Baleares han hecho frente esta temporada a la llegada en masa de turistas de todo el mundo. La comunidad balear se afianza, un año más, como uno de los destinos europeos más populares. Las previsiones databan en más de 26 millones los turistas que llegarían a través del aeropuerto de Palma para disfrutar de sus vacaciones en las Islas, lo cual es una noticia muy positiva para la economía local. Sin embargo, los apenas 5.000 km2 de la comunidad balear llegan a la saturación con la llegada de los turistas que, con sus aparentemente inofensivas toallas de playa, crean una armadura kilométrica que, metafóricamente, asfixia el delicado ecosistema de las islas y destruye el equilibrio entre el positivo auge del sector turístico para la isla en términos económicos y su sostenibilidad a nivel ecológico y humano.
Hugo Israel, reconocido artista portugués, polifacético, provocador y paradójico, ha decidido expresar su frustración y, según el, la de miles de personas, creando en la playa de Es Molinar (Portitxol) en Palma, una armadura con las mismas toallas que “amenazan con asfixiar las playas de las islas”. Con esta acción el artista desea reclamar una mayor regulación y control del turismo para proteger los recursos naturales y el ecosistema de las Islas Baleares y lograr “una solución sostenible para que, tanto los turistas como los residentes, puedan seguir disfrutando de la belleza de la comunidad balear sin lograr que su huella destruya la belleza natural de las Islas”. Para Hugo Israel, los datos confirman los peores presagios; “el delicado equilibrio en las Islas está llegando a su fin. En España se estima, en datos generales, que la construcción del litoral avanza a razón de unos 23 km. al año, constriñendo así los recursos naturales y destruyendo los paisajes”.
Hugo Israel decidió sumergirse en las infraestructuras del turismo en las Islas para realizar su investigación y como parte de su proceso creativo empezó a trabajar como ayudante de cocina. Así, pudo experimentar en primera persona las consecuencias humanas de la explotación salvaje del turismo en las Baleares y de las, en ocasiones, precarias infraestructuras que conlleva el mantenimiento de una explotación descontrolada: el colapso de las infraestructuras de movilidad, los alquileres prohibitivos por colchones o bañeras, jornadas laborales de más de 12 horas, salarios fuera de todo control legal y unas condiciones laborales precarias y extremas que frecuentemente carecen de regulación.
Para el artista, un turismo sostenible es posible y a estas alturas, absolutamente necesario para proteger las islas, “pues si la explotación turística sigue a este ritmo acabará destruyendo los paisajes que han enamorado al mundo entero y el ecosistema que los rodea”.
Muy bueno,un artista estupendo, es un tema actual la visualización del artista su performance excelente la foto y su relato crítico muy bien escrito, un artista ciudadano del mundo Portugués,con su castellano estupendo.
Gracias