Para terminar el año con variedad, el pleno municipal de este diciembre presentaba una modificación y dos mociones por vía de urgencia que mantuvieron largas disquisiciones sobre normativa y formas.
Por unanimidad se aprobaba la modificación del anexo de subvenciones nominativas al Presupuesto del Ayuntamiento de Marratxí para este 2016: las ayudas económicas de 1.700 euros para la castración de gatos callejeros en colonias autorizadas y controladas por voluntarios se vehicula a través de Moixets de Marratxí, ya que ellos son los responsables del control y mantenimiento de estos animales.
Y llegan las mociones de urgencia, una del equipo de gobierno referente al cambio de nombre del aeropuerto de Son Sant Joan, que podría pasar a llamarse ‘Ramon Llull’ por iniciativa del Consell de Mallorca y que estaba incluida en el orden del día, y una que llegó tarde al orden, iniciativa de Independents-El PI, referente a los alquileres vacacionales.
Ambas fueron finalmente expuestas y la segunda rechazada, ambas con la abstención del Partido Popular. La del cambio de nombre del aeropuerto porque el portavoz popular, Xisco Ferrà, aseguraba que no estaba ni siquiera debatida en el pleno del Consell de Mallorca y que “simplemente era una idea de Miquel Ensenyat, presidente del Consell, que no se había formulado formalmente”.
Y la de los alquileres vacacionales, ésta secundada en negativo por el equipo de gobierno, porque presentaba alegaciones a un texto que ni siquiera se ha redactado de manera definitiva.
Aún así, se dieron muchas vueltas al reglamento de la FELIB en puntos como de qué manera presentar las mociones de urgencia, quién y cómo las vota y cómo se debate la efectividad de la urgencia. Muy didáctico.
Una información de Blanca Garau