El servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medi ambient i Territori ha confirmado el avistamiento de un ejemplar de avispa asiática (Avispa velutina ssp. Nigrithorax) en la localidad de Marratxí. El hallazgo fue comunicado durante el fin de semana por un particular y, desde entonces, técnicos del COFIB y de la Conselleria están rastreando la zona buscando otros ejemplares o un posible nido.
La Conselleria ha activado todas las redes de avistamiento, que fueron un factor clave en la exitosa campaña de erradicación de esta especie, que se desarrolló entre 2015 y 2020. En caso de que se encuentre un posible ejemplar, se ruega comunicarlo inmediatamente al servicio de Protección de Especies (606 87 52 44 o especies@dgcapea.caib.es ) o a través de la aplicación Vespapp de la UIB.
Dentro de lo posible, es importante enviar una fotografía del ejemplar sospechoso porque la avispa asiática se puede confundir con especies autóctonas de avispa.
El último nido de esta especie en Mallorca, única isla del archipiélago donde se había detectado, se localizó en julio de 2018. Desde entonces, no se había confirmado la presencia de esta especie invasora en la isla. En total, desde el primer avistamiento, en 2015, se han localizado y destruido 32 nidos y se han capturado 90 ejemplares.
La avispa asiática es una especie exótica invasora que depreda activamente polinizadores como la abeja de la miel y que causa graves perjuicios al sector apícola y a los ecosistemas naturales. Se introdujo en Francia en 2004 y se convirtió en la primera invasión exitosa de una avispa en Europa. En el Estado se detectó por primera vez en 2010, concretamente en la localidad navarra de Amaiur. En octubre de 2015 se confirmó su presencia en Mallorca y se retiró un nido, en Sóller.
En 2016 se detectaron 9 nidos en los municipios de Sóller, Deià, Fornalutx y Bunyola. Al año siguiente, la presencia de la especie logró el pico más alto, con 21 nidos detectados en los municipios de Sóller, Deià, Fornalutx, Bunyola, Valldemossa, Esporles, Santa Maria, Lloseta y Escorca. En 2018 se detectó sólo un nido, en Sóller. Desde entonces no se había vuelto a detectar su presencia.