Todas las empresas de juegos de azar y sistemas de apuestas en España así como el propio gobierno español, están a la espectativa desde que este último anunciara durante el mes de Mayo la aprobación en el Congreso de los Presupuestos Generales del Estado. En ellos, se señalaba que el valor de impuesto sobre este tipo de actividades modificaría del 25% mixto a un 20% fijo y lineal en todo el territorio de España a excepción de Ceuta y Melilla, que quedaron pautadas en un mínimo histórico de 10% en sus límites territoriales.
Esta noticia levantó revuelo acerca de las consecuencias que podría traer a la nación en términos de ingresos, así como de problemas vinculados a la saludad. Por un lado, están aquellos que piensan que esta medida debe ser repudiada debido a que el Estado está fomentando las actividades de ocio que perjudican la salud de una persona si se mantiene constante en el uso de este tipo de divertimento, ocasionando una enfermedad conocida como ludopatía que puede acabar con la vida del usuario.
Por otro lado, están aquellos que piensan en las consecuencias positivas, que apoyan este tipo de políticas ya que pueden atraer más ingresos a las urbes y al país en general, así como implementar un sistema de mayor seguridad para los usuarios al asegurarse la eliminación progresiva del fraude en los juegos, debido en parte, a la baja tributación a realizar en los años próximos.
De esta manera surge un debate interesante sobre cómo se debe manejar el asunto, y que lado tiene la razón en cuanto a estos mecanismos implementados se refiere. No hay duda alguna que lo más razonable pudiera ser pensar en ambas situaciones, ya que justamente el atraer más empresas con estos bajos impuestos será un hecho. Con ello la oferta de juegos a las personas españolas aumentaría, con lo que el rango de población que pudiera tener problemas de salud con estas prácticas crecería ostensiblemente.
No obstante, también se debe pensar que esta forma de reunir ingresos tras la legalización de nuevas empresas para operar en sus territorios, puede servir de gran ayuda para el patrimonio español. Estamos hablando de más de doscientos millones de euros al año las próximas dos campañas, y un aumento considerable después de esta medida, llenando las arcas del ejecutivo y apoyando al Presupuesto en obras sociales para la región
Claro está, se debe mencionar el hecho de que España está nadando contra la corriente de sus homólogos del viejo continente, pues ya son muchos países (Italia, países nórdicos, Holanda), quienes intentan generar políticas regulatoria contra el juego, despojándolos de derechos publicitarios, así como de un aumento de impuestos con el objetivo de promover su eliminación en todo el territorio debido a los daños que causa.
En conclusión, España puede haber encontrado una mina de oro dentro de la disminución de impuestos sobre los juegos online. Esto no significa que otros países continúen aplicando medidas similares y se unan a su causa, pues todo parece indicar que la dirección de los intereses de otras naciones va en dirección contraria a la del gobierno español, prevaleciendo la salud sobre el entretenimiento y la especulación.
Fuente: www.tragaperrasweb.es