El próximo 25 de agosto se inaugura en la galería CCA Andratx la exposición ‘Scenarios of Desire’ de dos artistas holandeses, Koen Delaere y Bas van den Hurk, que están actualmente residiendo en los Estudios para Artistas de la institución. Allí han creado las obras que ahora se podrán ver en una muestra abierta hasta el 10 de diciembre.
Koen Delaere y Bas van den Hurk, protagonistas de la exposición ‘Scenarios of Desire’ comparten la reflexión de que en el contexto contemporáneo, el arte se sirve de la democratización de nuevos medios de comunicación para crear su propio lenguaje idiosincrásico. Entienden que en este presente que vivimos de trabajo en red, las pinturas pueden “viajar» a una velocidad que a veces ni física ni lógicamente es posible captar, percibir o incluso relacionar desde la perspectiva de la escala humana.
En ‘Scenarios of Desire’ los dos artistas holandeses desafían la vieja, firme y provocativa declaración de que la pintura está muerta y es estática. Para ellos, cuestionar la vida (posterior) de la pintura como medio que refleja el actual estado del ser, comprende cuestionar también nuestra íntima relación con las redes sociales dentro del contexto artístico y cotidiano. Por ello, los artistas consideran la muerte de la pintura algo redundante y redirigen nuestra atención hacia la transitividad y la movilidad de las imágenes con el fin de poner el foco sobre el híbrido de materia y sensación, del que están hechas sus obras.
Entienden que si la pintura está muerta, es el espectador quien debe dar vida a la obra terminándola con su interpretación personal.
Al incorporar el «deseo» en el título de la exposición, los artistas fomentan las asociaciones subjetivas del visitante cuando observe las obras en las instalaciones de la galería CCA Kunsthalle.
Delaere y Van den Hurk están indiscutiblemente en contra de describir la pintura como estática, ya que los materiales utilizados para la creación de sus obras, así como el contexto y la información adicional, están en constante transición y movimiento.
Durante el mes de agosto, los dos artistas han residido junto a sus familias en las instalaciones de la CCA de manera que han podido combinar su identidad de artista con la de amigos, amantes, hijos, padres…, dando lugar a una globalidad presente en sus obras. Y es que sus procesos creativos buscan revelar el flujo de la experiencia tanto en la obra como en el espectador y siente curiosidad por investigar de qué manera la pintura puede tocar el mundo y cómo el mundo puede tocar la pintura a cambio.
Mientras Koen Delaere aborda la pintura desde la magnitud del momento performativo de la música, Bas van den Hurk lo hace desde en un nivel filosófico con las fuerzas inherentes en la obra de arte como una cuestión subjetiva.