La salida de Han este jueves en ‘Gran hermano 16’ deja a Sofía, Aritz y Niedziella como los tres concursantes favoritos de la edición y candidatos definitivos a llevarse el maletín con los 300.000 euros de premio.
La tensión durante la noche fue máxima ya que la legión de fans de Nied temían que un torrente de vídeos a favor de Han pudiera llevar a los ‘galeros’ (espectadores que únicamente ven las galas del programa) a votar por el concursante chino de manera masiva. No obstante, la ventaja que ya había logrado la concursante catalana durante estas semanas fue suficiente para llevarla hasta la ‘falsa’ final del martes, que elegirá a los dos contrincantes finales de este año.
La noche comenzó con el anunciado cara a cara entre algunos de los que ya habían abandonado la casa y los finalistas. En un espectáculo puramente teatral, Aritz se sentó frente a Suso, que llegó con su habitual circo a cuestas y uso la ironía para felicitar al vasco por «haber salido del armario en directo» y por su estrategia con Han para llegar hasta ese punto. Aritz se mantuvo casi estoico y no respondió a sus provocaciones, cosa que sí hizo con su siguiente visita. Maite Galdeano, la madre de Sofía, entró con su papel aprendido y sus gestos desmedidos. Su acoso al rival de su hija más que para perjudicarlo sirvió para generar apoyos ante su actuación exagerada y falta de coherencia. Fuera del momento, Aritz insistió una y otra vez en que todo había sido un circo y que el propio Suso le guiñaba el ojo fuera de cámara para que le siguiese la corriente.
Han fue el siguiente en vivir su cara a cara, en esta ocasión con Amanda, que le reprochó su actuación cuando en el confesionario Marta la criticaba. Su paso fue tan insignificante que se vivió en la pausa publicitaria y nada más volver el Súper pidió a la andaluza que se marchara.
Sofía tuvo que ver a Suso y con él diversas imágenes del chico atacándola en programas de televisión. Fueron momentos tensos aunque no agresivos. Después pudo desquitarse con la entrada de Ricky, que le mostró el mismo apoyo que hizo de su alegato el martes el mejor de la noche.
Nied fue ninguneada teniendo que conformarse con un postizo cara a cara con Ricky, que únicamente sirvió para cubrir el expediente. Al igual que ocurriese el martes, cuando se adjudicó a Suso su defensa para darle protagonismo a él y dejarla a ella sin un alegato en condiciones, Nied tuvo la sensación de que el pescado está vendido y de que ella no está entre los que van a vivir el auténtico pulso final.
Los porcentajes al principio de la noche eran los siguientes: 45%, 25,8%, 16,4% y 12,8%.
La expulsión llegó al filo de la medianoche con Sofía y Nied en una sala y Aritz y Han en el salón. Mercedes Milá desveló la decisión de la audiencia, que dejó a Han helado ya que no se esperaba ser el que tenía menos apoyos. No hubo ni gritos, ni llantos ni las comedias que él mismo protagonizó con las salidas de otros concursantes. Se fue y dejó a los demás metidos en sus propios quebraderos de cabeza generados por el reencuentro con viejos concursantes.
Milá hizo hincapié en el hecho de que parecía que la salida de Han no había afectado demasiado a Aritz y se lo hizo saber en directo, dándole pistas de que la audiencia del formato gusta de concursantes que viven con intensidad sus emociones.
La entrevista de Han fue un momento que prometía mucho, pero que quedó en la nada. Estuvo deslucida por el comportamiento infantil y poco concreto del concursante y por las preguntas poco acertadas de la presentadora. Al final, nada se aclaró y todo quedó en los cientos de vídeos que han retratado sus acercamientos en las últimas semanas.
El programa atrajo el interés de 3.002.000 espectadores, subiendo su cuota de pantalla hasta un 24,4% de media y arrasa con un espectacular 43,6% de share entre los jóvenes