Es una problemática más habitual de lo que parece, y puede darse de muchas formas y presentar consecuencias muy diferentes. Saber cómo evitar ser estafado, detectar cuándo nos están engañando y conocer el procedimiento una vez se ha detectado la estafa son cuestiones clave.
Delitos de estafa en obras nuevas
Sin duda, el ámbito de la construcción en el que más estafas se producen es en el de la obra nueva. Como abogado con experiencia en este tipo de casos, Santiago Escalas, de Sierra Abogados, explica que lo más habitual en dichos supuestos es “solicitar el anticipo de forma previa a la construcción, para luego nunca iniciar la construcción contratada”.
Como cualquiera se puede imaginar, este hecho, cuando sucede, supone un perjuicio importante paras las víctimas de la estafa. Encontrarse con una reforma mal hecha también conlleva muchas molestias, pero nada más allá de tener que volver a afrontar una nueva obra. Sin embargo, destaca Escalas, “verte privado de una vivienda es sin duda la peor de las consecuencias, sobre todo porque, por lo general, suelen abonarse de manera anticipada importes muy elevados”.
Reformas con materiales de mala calidad
Aparte, suele suceder también con bastante frecuencia que la empresa de reformas prometa utilizar materiales de una calidad determinada, y que, en cambio, en lugares de imposible acceso para el cliente, use materiales de peor calidad o distintos a los contratados.
Este hecho, si no se cuenta con la autorización de la propiedad y del promotor, puede entenderse como un engaño y, por tanto, constituir una estafa en toda regla. “Sobre todo cuando en la factura final se sigue pagando por una supuesta calidad que finalmente no se ha aplicado”, concreta Escalas.
¿Qué hacer en caso de estafa?
El procedimiento para denunciar por delito de estafa en la construcción no es complejo, pero es importante conocerlo y seguirlo paso a paso para que el resultado sea el esperado.
En primer lugar, Escalas recomienda “contactar con un profesional en el mismo momento en el que el cliente se da cuenta del engaño”. Así, si se detecta cualquier desperfecto inesperado o el uso de material inadecuado, habría que avisar a un arquitecto o a un aparejador, para que procedan a elaborar un informe pericial.
Posteriormente, “el cliente debería acudir al notario para que este levante acta y dé fe de la problemática existente”, aclara Escalas. Y, llegados a ese punto, ya sería conveniente interponer la denuncia o querella frente al constructor estafador. Teniendo en cuenta, añade el abogado, que “de cómo se desarrolle el procedimiento dependerá que se pueda acreditar si estamos ante un asunto penal o civil”.
Las consecuencias
Si se acredita que efectivamente ha existido estafa, el Código Penal prevé que la pena sea de prisión. Y, si hay perjuicio, procede también una indemnización.
Exactamente eso fue lo que el juez determinó en un caso en el que Santiago Escalas participaba como letrado de la acusación. “En vez de tela asfáltica, que fue lo acordado, los constructores emplearon plástico de burbujas”. Y fueron condenados a un año de prisión y a pagar a la víctima una indemnización de 30.000 euros.
Sin embargo, en opinión de Escalas, “muchas veces resulta muy complicado demostrar el engaño, que es el requisito básico de la estafa”. Las pruebas periciales, los presupuestos elaborados por la empresa y las facturas de los trabajos serán, por ello, fundamentales.