Este jueves, ‘Gran hermano’ ha vivido el gran duelo de la temporada, que ha enfrentado a Suso y Sofía, los protagonistas de la “carpeta” de la edición.
La gala no ha defraudado y ha mantenido la emoción en todo lo alto desde el inicio en el que Mercedes Milá ha anunciado que Marina, la otra posible expulsada de la noche, estaba salvada y podía quedarse en la casa. Así, Sofía y Suso han tenido que despedirse de sus compañeros sabiendo que uno de los dos no volvería y que esa historia de pasión, tensión y lágrimas que habían protagonizado desde el minuto uno del concurso llegaba a su fin.
En la sala de expulsiones han podido ver vídeos de sus momentos en el reality. Ambos han estado nerviosos, pero han mantenido la complicidad que les une por encima de las tensiones que los han separado tantas veces.
Sofía ha reconocido que ha sido “una pesada” en muchas ocasiones mientras que Suso se ha disculpado por sus desprecios y desplantes.
Cuando los 30 minutos de cuenta atrás han llegado a cero, la presentadora ha pedido a Suso que pronuncie la ya famosa frase “la audiencia ha decidido que debe abandonar la casa…”. Él lo ha hecho sabiendo que iba a expulsarse a sí mismo. Así ha sido y Milá ha pronunciado su nombre.
El programa había protegido al concursante en su anterior reto contra Enrique, pero ahora las cosas estaban claras desde el principio. El catalán superaba ampliamente a la pamplonica y por ello no se alargó la liturgia ni se recurrió a mostrar de manera constante el vaivén de los porcentajes. Suso Álvarez abandonó Guadalix de la Sierra con algo más de 61% de los votos y ante un audiencia que creció hasta lograr 2.904.000 espectadores y un estupendo 23,6 %.
Después de varias semanas en las que las entrevistas a los expulsados no fueron el plato fuerte de la gala, Suso se midió con Milà en un cara a cara intenso. El concursante se mantuvo firme y defendió sus acciones enfrentándose con el público que lo abucheaba mientras en la casa sus ya excompañeros comenzaban las nominaciones a la cara después de que Carlos se hiciera con el preciado y desestabilizar poder de salvación. La tensión fue in crescendo debido al enfrentamiento de Han y Aritz. El vasco explotó después de que Sofía le diese 2 puntos y quiso dejar claro a los espectadores que no se quería ir aunque lo cierto es que había quedado cristalinamente claro el mismo martes cuando tras solicitar su salida peleó a muerte por llegar al confesionario para poder abrir la caja que tiene el poder de convertir a un concursante en finalista.
Aritz volvió a acusar a Han de haberle “metido mano” mientras dormía. Lo hizo de manera bronca y dura olvidando que tras los hechos le había Marina perdonado y ambos habían vuelto a compartir lecho. El espectáculo en el salón durante las nominaciones llegó a las lágrimas, sobre todo cuando en su despedida, Suso pidió a sus amigos que protegieran a Han porque “es un niño inocente”. El vasco saltó con rabia y se marchó del salón furioso por la proclama de Suso de “Todos somos Han”.
En plató, Milá, que señaló a la defensora de Aritz, Biki, como su persona especial, quiso calmar las aguas mostrando a ambos concursantes su apoyo y abogando para que resolvieran sus diferencias.
Los nominados de la semana eran Carlos, Han, y Marta con lo que tras la salvación del marido de Ivy, quedan los tres últimos.