El 25 por ciento de las parejas recurre a realizar un viaje romántico cuando surgen complicaciones en su relación.
Cuando una relación entra en crisis, muchas parejas buscan formas de recuperar la conexión. En los últimos años, los llamados ‘make-up trips’ o viajes de reconciliación han ganado popularidad como una solución romántica para reavivar la chispa. Según un estudio elaborado por FelicesVacaciones un 25 por ciento de las parejas ha optado por realizar un viaje tras una crisis amorosa, con la esperanza de salvar su relación.
«Cada vez más parejas eligen viajar como una forma de reconectar emocionalmente. La combinación de un entorno nuevo, la desconexión de la rutina y la posibilidad de compartir nuevas experiencias hace que muchas relaciones mejoren después de una escapada», explica Sara Mendoza, psicóloga especializada en terapias de pareja.
Los viajes de reconciliación no son una tendencia reciente, pero en los últimos años han cobrado más fuerza gracias a la influencia de las redes sociales y las historias de parejas que aseguran haber «salvado» su amor después de una escapada romántica. Además, según los datos de la agencia, las reservas de viajes “románticos” en pareja han aumentado un 32% en los últimos tres años, especialmente entre parejas de entre 25 y 45 años.
¿Funcionan las escapadas de reconciliación?
Según los datos del estudio, el 60 por ciento de las parejas que han realizado un viaje de reconciliación afirman que la experiencia ayudó a mejorar su relación. Los factores clave son el tiempo de calidad compartido, la ausencia de distracciones y la posibilidad de redescubrirse en un entorno relajado.
Sin embargo, no todas las historias tienen un final feliz. Un 15 de por ciento las parejas que probaron un ‘make-up trip’ terminaron rompiendo al poco tiempo de volver. «El viaje puede crear una burbuja de felicidad momentánea, pero si los problemas de fondo no se resuelven, es probable que la relación se deteriore nuevamente al regresar a la rutina», añade Sara.
Además, el 25% restante afirma que el viaje no cambió significativamente la relación, aunque fue una experiencia agradable. Para algunas parejas, un viaje puede ser el empujón necesario para solucionar problemas, pero para otras, solo es una pausa antes de una ruptura inevitable.
Destinos favoritos para un ‘make-up trip’
Al analizar las reservas realizadas en los últimos años en Felices Vacaciones, se identificaron los destinos más elegidos por parejas que buscan reconectar:
✅ Islas Maldivas y Bora Bora: Para los que buscan exclusividad y desconexión total.
✅ Santorini y París: Destinos icónicos para el romance.
✅ Bali y Tailandia: Enfoque en el bienestar con retiros de pareja y mindfulness.
✅ La Toscana: Experiencias gastronómicas y escapadas de lujo.
✅ Cruceros románticos: Para quienes buscan revivir la magia en alta mar.
«Los destinos más elegidos suelen ser lugares que fomentan la relajación y el romanticismo, donde las parejas pueden reconectar sin presiones externas».
Además, los retiros de bienestar para parejas están en auge, con experiencias que combinan terapia de pareja con actividades de relajación como spa, yoga y mindfulness. Algunos hoteles incluso ofrecen «paquetes de reconciliación» con cenas románticas, sesiones de masaje en pareja y experiencias privadas.
¿Es un viaje la solución?
Los psicólogos advierten que, aunque los ‘make-up trips’ pueden ayudar a mejorar la comunicación y reavivar la pasión, no siempre son la solución definitiva para una crisis amorosa.
«La clave está en usar el viaje como una oportunidad para hablar de los problemas en un entorno más relajado, pero también en continuar trabajando en la relación después de regresar», explica Sara, experta en terapia de pareja.
Testimonios
El informe de Felices Vacaciones también recoge algunas experiencias de parejas que han probado un ‘make-up trip’.
🔹 Clara y Luis, 32 y 35 años: «Estábamos pasando por una crisis fuerte y decidimos viajar a Bali. Nos ayudó muchísimo a recordar por qué nos enamoramos en primer lugar. Nos desconectamos del trabajo y hablamos de cosas que antes ignorábamos. Volvimos más unidos».
🔹 Ana y Roberto, 40 y 43 años: «Intentamos reconciliarnos con un viaje a París, pero nos dimos cuenta de que el problema no era la rutina, sino que ya no teníamos los mismos valores. Fue un viaje hermoso, pero al volver, terminamos la relación».
🔹 Sofía y Javier, 28 y 30 años: «Fuimos a un hotel boutique en la Toscana, con sesiones de spa y cenas románticas. Lo vivimos como una segunda luna de miel y nos ayudó a reconectar».
¿Vale la pena un ‘make-up trip’?
Lo que está claro es que, para muchas parejas, un viaje puede ser el punto de inflexión entre una reconciliación o una despedida. ¿Realmente funciona? La respuesta depende de cada relación.
Los datos indican que, en muchos casos, un viaje puede reforzar la relación, siempre y cuando las expectativas sean realistas y haya un compromiso real por ambas partes.
