Un vecino de Marratxí que vive en Els Caulls, nos envía una fotoqueja en la que describe con nostalgia lo agradable y “lo bien que había quedado” la urbanización cuando se inauguró y el cambio que ha sufrido por el incivismo de algunos vecinos. En concreto su queja va dirigida, como no, a los excrementos y hedor de orines que se sufre en sus calles.
La queja continúa diciendo: “Cuando se inauguró Els Caulls, nos sentíamos orgullosos de lo bien que había quedado y lo bonito que estaba para poder pasear junto a las palmeras. ¡Inclusive se rebautizó como la avenida del colesterol”. El vecino sugiere irónicamente que dicha avenida se rebautice como “la avenida de la mierda de perro” o “la avenida de los hedores” por lo nauseabundo, según el lector, que resulta pasear por este lugar con las papeleras llenas de mierda, y añade “y por la cantidad de excrementos caninos, que más parecen termiteros africanos por su volumen”.
En la foto que nos envía podemos ver la medida disuasoria que ha decidido tomar por su cuenta para advertir, mediante una nota junto a los excrementos, que los propietarios de perros que cometen esta incívica actitud será vigilada y denunciada, “Al que le toque, sois unos cerdos. Estaré mirando por la ventana para denunciaros” sentencia dicha nota.
Suponemos que la decisión de este vecino viene dada por ser consciente que sin la ayuda de la ciudadanía la Policía Local no tiene apenas posibilidades de multar a los responsables. Los vecinos somos los que más posibilidades tenemos de pillar ‘infraganti’ a los propietarios, para que a través de nuestra denuncia, concienciarlos de lo denigrante que es su comportamiento para los demás residentes.
El vecino, a pesar de esto, finaliza pidiendo al Ayuntamiento más limpieza en la zona, “que se dignen en limpiar este lugar”.
Me parece muy buen gesto y muy noble, estoy contigo vecino. También lamento que haya éste incivismo en el vecindario.
Las necesidades de los perros de mis vecinos no son responsabilidad de los animales, son un escombro molesto y tampoco sirven para abonar jardineras, ya que tampoco saben de jardinería los incívicos…
Un abrazo a los vecinos con animales que además de corazón tienen civismo.