Pòrtol celebró en la tarde-noche de este martes en una nueva edición del Entierro de la Sardina, y lo hizo con una gran participación de los vecinos, unos 500, de este núcleo y de otros puntos de Marratxí, más que el año anterior.
La celebración, que se lleva a cabo desde 1993 y que cuenta con la organización de la Associació de Persones Majors Es Turó, se inició con un desfile por las distintas calles con la figura gigante (de unos dos metros y medio) de una sardina de cartón-piedra que los miembros de la misma entidad habían artesanado.
La sardina estuvo acompañada en todo momento por una extensa comitiva fúnebre, formada por plañideras, gente vestida de luto y vecinos que siguieron los pasos de la Banda de Música de Marratxí.
Una vez acabado el desfile, se pidió permiso a la máxima autoridad (en este caso, el alcalde en funciones, Miquel Cabot) para hacer sonar la trompeta y proceder a la quema de la sardina en una gran hoguera, en medio de un espectáculo de gritos y llantos. En este caso, y por segundo año consecutivo, los niños y niñas ‘escoltes’ de Pòrtol (con los grupos Els Ferrerets y Llops-Daines) quemaron también las sardinas de cartulina que habían hecho.
Finalmente, se hizo una merienda en la que no faltaron las sardinas. De hecho, se agotaron los 80 kilos previstos. El centro neurálgico fue la plaza de Can Flor, donde también se hizo un sorteo de viajes a Menorca, a Ibiza y una estancia en un hotel de Mallorca entre aquellos participantes vestidos de luto.