Un conflicto vecinal acaba con un detenido y denuncias cruzadas. Una persona fue agredida con un palo de golf y terminó en el hospital de Son Llàtzer.
Son Gotleu es un polvorín. Una vez más se ha convertido en el escenario de una trifulca vecinal que se ha saldado con un detenido, una persona en el hospital y denuncias cruzadas.
Loa hechos ocurrieron alrededor de las 10 del día 8 de marzo. Dos patrullas de la Unidad de Seguridad Integral (USEI) de la Policía local de Palma acudieron a la calle del Pico Teide, donde se estaba produciendo una discusión violenta entre vecinos del edificio.
El mensaje era claro: “como no os deis prisa, nos vamos a tomar la justicia por nuestra cuenta”. Paralelamente, la Central del 112 comunicaba una agresión con arma blanca en el mismo lugar.
Cuando las patrullas llegaron, junto con otras unidades de la Policía Local y de la Policía Nacional, encontraron a un grupo de personas en la calle y las separaron. Uno de ellos, de 49 años y natural de Sierra Leona, presentaba lesiones sangrantes en la frente y hematomas en el rostro, y contó que desde hace tiempo tiene problemas de convivencia con los vecinos del piso inferior. Esa mañana, al bajar por las escaleras, el padre y los dos hijos le abordaron y agredieron con un palo de golf, y un palo de madera, objetos que los policías localizaron allí mismo.
La vecina, esposa y madre de los denunciados por el agredido, explicó que este había tocado a la puerta y cuando ella abrió, la zarandeó y le dio un bofetón, mostrando a los agentes, mientras hablaba, la mejilla inflamada y enrojecida.
Los vecinos presuntamente agresores del herido contaron que al ver que el vecino había agredido a la mujer y madre, fueron tras él y lo golpearon, y uno de los hijos reconoció haberle pegado y haberle hecho la llave denominada “mataleón”.
Una persona que no quería implicarse acabó manifestando que el padre y los dos hermanos habían agredido al otro vecino.
Los agentes, vista la tensión y el nerviosismo que se iba incrementando entre los implicados y la aglomeración de curiosos que la situación generaba, optaron por detener formalmente al vecino que había reconocido la agresión, español de 28 años, por un presunto delito de lesiones y trasladar al herido a Son Llàtzer en ambulancia para ser atendido de las lesiones.
Posteriormente, ya en la Sala de Atestados, los familiares del detenido denunciaron al otro implicado por un presunto delito de amenazas.
El detenido, junto con el atestado y las diligencias anexas, fue conducido a las dependencias de la Policía Nacional para su presentación en el Juzgado de Guardia.
